sábado, 19 de abril de 2008

El Camino a Casa


Dirección: Zhang Yimou.
País: China.
Año: 1999.
Actores: Zhang Ziyi, Sun Honglei, Zheng Hao, Zhao Yulian, Li Bin, Chang Guifa, Sung Wencheng.
Guión: Bao Shi.
Música: San Bao.
Fotografía: Hou Yong.
Duración: 89 min.


Con motivo de mi vigésimo quinto cumpleaños recibí esta bella película como presente. Ray me la regaló asegurándome que me encantaría y pronosticándo como la historia que narraba no me dejaría indiferente. Acertó de pleno. Ahora quiero dejaros a vosotros este bello relato para que podais disfrutarla y juzguéis personalmente.

El Camino A Casa tiene un argumento tan sencillo que lo resumo brevemente: un joven vuelve a su pueblo para el entierro de su padre. Allí rememorará la historia del enamoramiento de sus padres, a través de un camino que marcará toda su vida, desde su amor hasta ese entierro que espera ser celebrado.
La película está narrada desde dos frentes. De una parte, el presente, en un blanco y negro triste y frío, desde la mirada del hijo, que llega a un pueblo donde le espera una madre devastada. Por otro lado, el pasado, en color (y qué color!, con una preciosa fotografía), a través de los ojos de esa madre, cuando no es más que una joven y cae perdidamente enamorada del nuevo maestro que llega al pueblo.
La película se desnuda para hacer resaltar sus elementos más fuertes: la sencilla tristeza de un amor que se ha ido y no volverá, y el dulce amor, inocente y terrible, que lucha por elevarse sobre el obstáculo de la distancia. ¿Quién necesita virguerías técnicas cuando una línea de diálogo te hace saltar las lágrimas? La emoción recorre todo el metraje sin caer en ningún momento en el sentimentalismo, y es así porque la historia respira autenticidad, sale de las entrañas y te agarra como nunca lo hacen las tontas comedias románticas a las que estamos acostumbrados. No hay grandes dramas, no hay un amor que debe luchar contra la enfermedad o las convenciones sociales; no hace falta. El problema es tan mundano y a la vez tan real, que cae sobre nosotros sin contemplaciones. La distancia. Simbolizada por ese camino que te aleja del hogar, pero que también puede traerte de vuelta a casa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pat, me alegro mucho que te emocionara la película, no he llorado nunca tanto en el cine como cuando la ví. Es profundamente hermosa, tanto en el fondo como en la forma. Puro arte. Gracias por apreciarla.

Besos.