lunes, 21 de abril de 2008

Pão de Açúcar (Brasil)

Serán mis ganas de salir de Madrid o mi afán viajero ... pero lo cierto es que despues de ver estas imágenes tengo más ganas de visitar Brasil. Hace un tiempo, pude ver en TV el programa que MXM (Madrileños por el Mundo) dedicaba a Brasil con motivo de su celebración mas importante, los carnavales de Rio de Janeiro. Desde entonces ando con las ganas locas de organizar un viaje al país de las caipiriñas y la samba.



El Pan de Azúcar (en portugués, Pão de Açúcar) es un pico situado en Río de Janeiro. Tiene 396 metros de altura (1,299 pies) sobre el nivel del mar. Su nombre en portugués no hace referencia al pan, sino a la semejanza de su forma con los montículos que, durante los siglos XVI y XVII se formaban con el azúcar para su envío a Europa.
Un teleférico de cristal artesonado (llamado "bondinho", aquí podeis acceder a su página oficial) con capacidad para 75 pasajeros, recorre una ruta de 1,400 metros entre los morros de Babilonia y Urca cada cinco minutos. La línea del teleférico original fue construida en 1912.
Los aventureros pueden llegar al primer nivel a través de una caminata bastante complicada por las diferentes piedras que hay en el suelo. La visita también exige un día soleado, sin nubes a la vista.




Tiene que ser un pasada vivir una experiencia así. Sin olvidarnos del resto de posibilidades que una ciudad como Rio de Janeiro nos ofrece. En su bello ambiente natural podemos encontrar montañas espectaculares, playas grandes de arena finísima, lagunas, florestas y una grandiosa vegetación que se funde con el Atlántico Sur en un magnífico escenario. La ciudad merece pasar un mínimo de 4 o 5 días para poder visitar cómodamente las principales atracciones: el Corcovado y la estatuda del Cristo Redentor, Playa de Copabana, Playa de Ipanema, el sambódromo, Parque Nacional de Tijuca, etc


1 comentario:

Graco84 dijo...

Y por supuesto no nos olvidemos de Maracaná, el estadio más grande de fútbol.
Seguro que las puestas de Sol en esas playas son inolvidables, sobretodo si puedes verlas acompañado de la persona que más amas. Yo desde luego no me muero sin ver y bailar en Rio do Janeiro.