miércoles, 23 de abril de 2008

Último minuto

De pequeña siempre soñaba con convertirme en una gran periodista. Ahora, con el paso del tiempo, creo que siempre tuve esa esperanza. Me encantaba pensar en lo entretenido y divertido que sería poder trabajar sobre algo que te aportara conocimientos diarios, experiencias maravillosas (me imaginaba viajando por medio mundo) y sobre todo acción (lo mio era vocación de periodista de guerra).
Con los años, te das cuenta de que en la vida no siempre se consigue lo que uno quiere, entre otras cosas cuando la nota de corte de selectividad no te da la media para acceder a Ciencias de la Información. Como mucha gente dice, cuando una puerta se cierra otra se abre. Eso fue lo que me pasó a mi. Por suerte empecé otra carrera que no es que me solucionara la vida y me llenara mi vacio periodístico, pero por lo menos me libró de cursar unos estudios que actualmente (y con respeto a todos los que lo hacen) no aporta muchas posibilidades laborales.
Hoy, ojeando la prensa, me encuentro con este brutal video (real) sobre el ataque que sufrió un cámara, Brad Will, durante el conflicto armado que se produjo durante una manifestación contra el Gobierno de Oaxaca (México). Esta persona murió, como ha ocurrido con muchos otros. No olvidemos el caso que ocurrió hace una semana en Gaza, el joven que grababa el disparo de un misil y segundos despues resultó alcanzado por el proyectil, o el tema que nos tocó más de cerca hace unos años con la muerte del cámara de Telecinco José Couso.
Por todos estos casos y los futuros acontecimientos que se puedan dar, la Asociación de Reporteros sin Fronteras pretenden concienciar de la labor que desempeñan en zonas de riesgo y homenajear a los reporteros que arriesgaron su vida con el fin de informar.

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