lunes, 5 de mayo de 2008

Puebla de la Sierra, un lugar con encanto

Muchas veces la falta de planes es la mejor manera de dar con buenos lugares. Buscando en la red nuevos sitios que descubrir dimos con el nombre de este precioso pueblo de la Sierra Pobre de Madrid que aunque nos costó encontrar, nos conquistó los sentidos.

La villa de Puebla de la Sierra está localizada en el borde septentrional de la provincia de Madrid, al pie de los Cerros de la Mujer Muerta, en las estribaciones de Somosierra. La población se llamó Puebla de la Mujer Muerta hasta los años 40 del siglo XX en que cambió a su nombre actual por expreso deseo del gobernador civil de la provincia. El nombre original hacía referencia al de los Cerros a cuyo pie se asienta la villa y cuya silueta recuerda la de una mujer yacente.




El paisaje está dominado por masas boscosas con grandes extensiones repobladas de pino, aunque todavía quedan amplias zonas de robledales autóctonos, componiéndose el monte bajo de jarales, cantueso, brezo y rebollos. La riqueza zoológica es considerable, con corzos, jabalíes, zorros, palomas, perdices rojas y otras especies de gran valor cinegético. El término municipal está integrado en la Reserva Nacional de Caza de Sonsaz.

La magia de este paraje se completa con la visita por el Valle de los Sueños. El original proyecto introduce en la belleza de 18 esculturas situadas en una ruta de 1,3 km alrededor de este pueblo enclavado en la Sierra del Rincón o sierra pobre de Madrid. Verás las obras (cedidas o donadas) de artistas contemporáneos.

Bosques y dehesas, las aguas cristalinas del río de La Puebla o las montañas que llegan hasta los 1.827 m del Pico Porrejón son algunos de los alicientes naturales de la zona.
  • Cómo llegar

Por carretera: Puebla está a 96 km de Madrid por la A-1 hasta Buitrago, donde se toma el desvío a Gandullas y se sigue hasta Prádena. Aquí sale una carretera de montaña a la villa.

2 comentarios:

Graco84 dijo...

Si lo hubiéramos sabido y no hubiéramos hecho caso a la bruja de la vieja no habríamos atravesado Mordor y podríamos haber aprovechado más la tarde.

*Pat* dijo...

Y que hubiera sido del viaje sin esa pista forestal y las risas que nos pegamos pensando que no llegabamos al pueblo!! Al final mereci� la pena aunque deberiamos volver con mas calma.