Una cena con viejos amigos de la Universidad, una conversación recordando momentos vividos, situaciones cómicas ... y la noche se plantea toda una aventura fuera de nuestra rutina personal. Hace unos días que vivímos juntos uno de estos momentos especiales. Reencontrarse con los amigos está bien, y más aún, si las relaciones siguen siendo igual de buenas que en el pasado.
Unas cañas para romper el hielo del primer momento y todo vuelve a ser como siempre, de repente me encuentro en un breve "déjà vu". Hablamos de la facultad y sus tiempos memorables, cuando nos veíamos a diario y las obligaciones no existían, de los profesores y sus manías, de cómo nos reíamos en clase aguantando sus sermones interminables y de cómo sufríamos con cada maldito examen final ...Qué tiempos aquellos!! Ahora sentimos añoranza del pasado, y entonces sentíamos deseos de avanzar en el tiempo: tener más dinero, saber donde trabajaríamos, dónde estaríamos ... que paradójica es la vida, no?
Nuevos planes surgen sobre la marcha y una llamada nos anuncia un nuevo reencuentro nocturno. Retrocedemos casi 6 años atras y nos rodeamos de antiguos compañeros de primero de carrera. Descubro que no recuerdo la mitad de los nombres y que muchos ni me reconocen (qué exito!!). Trato de salir airosa de la situación.
La gente te relata su vida, sus planes, su presente, su futuro ... y me doy cuenta de la cantidad de tiempo que ha pasado desde la última vez que nos juntamos. Me preguntan por cosas que hace años que pasaron y me asombro de ver como ha cambiado mi vida, por suerte, para bien.
A fin de cuentas, tengo casi todo lo que había soñado entonces y conservo lo más importante: familia y amigos. Cada uno sigue su camino y el tiempo nos vuelve a unir aunque sólo sea durante unas horas. Eso es lo importante.
1 comentario:
Que bien escribes! Deberías hacerlo más a menudo y contar historias más largas porque, ami por lomenos, me encanta deslizarme por cada una de tus palabras llenas de sensibilidad y realismo.
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